Creado el siglo pasado por un ilustre aficionado, estuvo abandonado por varios años hasta su compra, el año 1973, por el municipio de la ciudad. Un importante trabajo de rehabilitación, ha permitido descubrir muchísimos árboles, arbustos y plantas trepadoras, hasta ese momento, desconocidas en la región. Posteriormente, se hizo la renovación de la torre (la misma que da su nombre al parque), del invernadero y de los estanques, lo que permitió abrir el parque al público en 1981. Además, se tomó la decisión de desarrollar una sección botánica.
En 1990, se registraron 200 especies y variedades de plantas durante el primer inventario botánico. Hoy en día se han inventariado más de 700 especies.
El objetivo de este parque ha sido, convertirse en un concurrido jardín público botánico, y desde su creación no ha dejado de enriquecerse, a tal punto que actualmente cuenta con diferentes colecciones de plantas.